Federico Mouriño, 60 del mundo según el ránking de la International Padel Federation (IPF), nació el 5 de octubre de 1999 en San Martín de los Andes, mide 1.75 y juega de drive en el circuito de Premier Pádel. Hasta aquí lleva 90 partidos jugados, 53 ganados, con una eficacia del 58.9%. Juega junto al español Antonio Fernández, 51 del mundo, nacido en Badajoz el 16 de agosto de 1992. Mide 1.80 y ocupa el revés.
Federico Mouriño nació en San Martín de los Andes. A los siete años se mudó a Mar del Plata, de donde es su familia. Su papá era jugador de fútbol profesional, y su mamá jugaba al pádel. Contó en una entrevista que la iban a ver y peloteaban con su hermano mientras la esperaban. Fue allí que se dieron cuenta que se les daba bien el pádel y cambiaron de deporte.
Jugaba con su hermano, comenzaron a mejorar muy rápido, y pasaron de séptima primero a cuarta, y luego a tercera, en un año. Empezaron a competir en menores, en los nacionales de la AJPP, buscando tener rodaje profesional. Muchas veces perdieron los primeros partidos y debieron hacer mil kilómetros de regreso en el auto con su padre que se pedía los días de trabajo para llevarlos.
En 2018 recibió una propuesta de un club de España para ir a dar clases a chicos y como querían vivir la experiencia de experimentar lo que era el auge de este deporte en España, viajó hacia allí con 17 años, acompañado de su hermano, de 19. Fue duro, y así comenzó a forjar el carácter que hoy demuestra en la cancha, en cada partido.
La historia es conocida. Comenzó a tratar de ingresar a los cuadros principales del World Pádel Tour, ganó un primer partido, su hermano se lesiona, lo llama un jugador con un poco más de puntos y empieza a jugar en más torneos. Pudo dejar de dar clases y dedicarse de lleno a entrenar y a competir, allí, donde quería estar.
